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Deslocalización textil

  • Foto del escritor: Nuria Medina Villarroel
    Nuria Medina Villarroel
  • 24 oct 2018
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 1 nov 2018


El fast fashion engloba la producción en serie y con bajo coste inspirada en las tendencias, pret-a-porter desechable, es pasajera, y accesible, sólo dura una temporada y luego cae en el olvido.

Empresas como Inditex, H&M, o Mango, entre otras... han desplazado su producción a países con sueldos bajos, y estándares laborales bajos.

Inditex y H&M, facturan 20.000 mill./año, y están permitiendo que sus trabajadores, los que producen su ropa, cobren una miseria, que apenas les da para comer. Según Interbrand Zara ocupa el 30º puesto en el ranking de prestigio de marca mundial, y el 2º en España. En el ranking de fast fashion (venta rápida de ropa al por menor) Inditex se lleva el primer puesto seguido de H&m, GAP, y Uniqlo.



Todos sabemos que la mayoría de la ropa que compramos a empresas de Fast fashion, está hecha en países donde las condiciones laborales no son óptimas, donde tienen que trabajar horas extras para que su sueldo les dé al cabo del mes, y donde como en Camboya, no saben el significado de vacaciones, porque sólo descansan domingos, o los días de fiesta nacional.

Camboya es un país en el que el 80% de la industria es textil, y sus trabajadores son la mayoría mujeres. Según las leyes es legal trabajar 58h a la semana, la edad mínima para ello son los 15 años, y el salario mínimo son 147$/127€.



Las condiciones laborales que tienen no son las adecuadas, hay fábricas cuyos baños tienen goteras, no tiene luz, y el agua no es potable, además de que no tienen protección en su trabajo. Existen sindicatos que amparan al trabajador y luchan para que su sueldo llegue a 177$, ahora mismo ronda los 140$. Las trabajadoras de estas empresas van amotronadas en camionetas, y eso causa muchos accidentes, que es uno de los grandes problemas del país.


La OIT (organización internacional del trabajo), tiene el programa "Better factories" que controla que se respeten las condiciones laborales pero sólo la mitad de las empresas lo cumplen.

El gigante de la venta al por menor español, tiene más de 50 fábricas trabajando para ellos en Camboya, o incluso más, pero no hay transparencia respecto a los datos.

Es entonces cuando nos preguntamos cómo hemos llegado a esta situación. En el caso de España, muchas fábricas se situaban en Galicia, talleres que se iban multiplicando debido a la demanda, pero que a consecuencia de las exigencias en aumentar la producción cuando no se daba más a basto y en bajar los precios, convirtieron la situación en insostenible. Estaban empeorando las condiciones laborales, y es algo por lo que en España se ha luchado mucho. Esa fue la estrategia que utilizaron, sobrecargar los talleres para acabar cerrándolos y así des localizar la producción a países donde trabajaban por poco dinero, y ahora empiezan a luchar por sus derechos laborales.

Al enfrentar la realidad de occidente frente a la del lejano oriente, nos damos cuenta que hay adolescentes cosiendo a un lado del mundo y comprando al otro lado. Que la realidad no es otra,

como dice María Almazán, ingeniera textil de Latitude " He visto ríos del color de moda del tejano en occidente".


Hay quien piensa que si no existirían las fábricas ni las marcas, no estarían mejor, pero no creo que sea mejor lo malo conocido que lo bueno por conocer, porque es una forma de amparar al que ha decidido convertirse en uno de los mayores millonarios del mundo a costa de algo que no quiere reconocer.




Escrito por: Nuria Medina

 
 
 

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